jueves, 19 de mayo de 2011

Aurigas Famosos Tarraconenses

Dentro del XIII festival  Tarraco viva se situan las jornadas Si vis pacem para ludum,  IV jornadas de juegos de estrategia  y simulación sobre la antigüedad, y cuyo grueso de actividades  se desarrollan el fin de semana del 13-15 de Mayo.  Una de las actividades es una carrera de Circus Maximvs, si bien este año no puede ser con la maqueta 3D por problemas de calendario. En cualquier caso, una cita que los aficionados a los juegos y a la historia no se pueden perder.

Como pequeño homenaje, inauguro una serie de entradas dedicadas a aurigas (famosos y no tan famosos) de la Antigüedad , ya que la ciudad de Tarragona puede enorgullecerse de tener dos.

Uno de ellos, Eutyches, cuya lápida funeraria  de 77 x 52 cm se conserva en el Museo Diocesano de Tarragona. (CIL II 4314) La foto del enlace del museo es algo pequeña, pero disponemos de una  mejor en la web Hispania Epigraphica , gran base de datos de todo tipo de lápidas e incripciones antiguas de la península. Adjunto la foto aquí:




La parte superior presenta un relieve de auriga vencedor, que sostiene una palma de la victoria en la mano izquierda y tiene el brazo derecho extendido.

Eutyches murió a los 22 años, poco tiempo después de entrar en el equipo, de tal forma que, como reza su epitafio, no había pasado del primer escalafón en su trayectoria profesional, el de conductor de carros tirados por dos caballos, aunque, según señalan los dueños de este esclavo que pusieron la lápida, ya osaba montar cuádrigas, prueba reina del circo.


El texto sería  algo así

Texto genérico, de parte de sus " dueños", en prosa:

 Al auriga Eutyches, de 22 años. Flauius Rufinus y Sempronia Diofanis a su siervo que bien lo merecía. Descansan en este sepulcro los restos de un auriga principiante bastante diestro,  sin embargo, en el manejo de las riendas.

Texto puesto en boca del auriga , en verso:

Yo, que montaba ya sin miedo los carros tirados por cuatro caballos,
no obtuve permiso, con todo, para conducir mas que los de dos.
Los hados, los crueles hados,  a los que no es posible oponer resistencia,
tuvieron celos de mi juventud.
Y, al morir, no me fue concedida la gloria del circo,
para evitar que me llorara la fiel afición.
Abrasaron mis entrañas malignos ardores,
que los médicos no lograron vencer.
Te ruego caminante, derrames flores sobre mis cenizas:
tal vez tu me aplaudiste mientras vivía.



Sobre esta lápida se habla mucho más profesionalmente en   este trabajo.

El entierro de Eutyches fue recreado en TARRACO VIVA 2003 , puedes ver imagenes aquí



El segundo de ellos, Fuscus  era en cambio un auriga veterano. La lápida ( más bien un altar)  ( CIL II 4315) fue erigida por sus partidarios, para recordar sus victorias. Por desgracia no he podido encontrar imágenes de esta lápida, que sufrió una vida agitada. Regalada por la ciudad de Tarragona al general inglés James Stanhoper en 1709, fue trasladada a Inglaterra , donde los herederos de Lord Stanhoper le pierden la pista en 1970

El texto decía más o menos esto:


Hemos consagrado un altar a Fusco, del equipo azul,
de nuestros recursos, aficionados como éramos y devotos suyos,
con tal de que todos lo reconozcan como un recuerdo suyo y prenda de amor.

La fama, la mantienes completa, por tus carreras has merecido alabanza,
has competido con muchos, incluso sin dinero, no has temido a nadie,
a pesar de sufrir envidias, siempre has callado, íntegro,
has vivido honradamente, pero como un mortal has muerto
cuando te ha encontrado el destino.

Cualquiera que seas (que leas), intenta ser como él.
Detente, caminante,
lee con calma, si recuerdas quién era, si has conocido cómo era este hombre.
Teman todos a Fortuna; tú, sin embargo, dirás sólo esto:


Fusco tiene ya las letras de la muerte, tiene una tumba.
La piedra cubre los huesos, ¡ya está bien! Fortuna, ya puedes marchar.”

Hemos vertido lágrimas por este inocente, y ahora verteremos vino.
Rogamos que reposes plácidamente.
¡Ninguno comparable a ti!”
Por siempre jamás se hablará de tus luchas (carreras).

 Más material sobre esta lápida en estos enlaces:  en castellano  y  en catalán



No todos los aurigas eran tan famosos y ganaron tantas carreras como Scorpus o Diocles, muchos murieron en el anomimato, y de otros tenemos tan sólo una pequeña lápida que los recuerda